para Oscar Vargas Duarte
Algunos dicen que sí
rubias, morenas, piernas largas
o con un buen par de tetas
no lo sé
otros solo se conforman con una
boca
espalda
vagina
compañía
lo demás
es sólo adorno
Él
las prefiere transparentes
de piel acetato para mirar su interior
las quiere con una cajita en el pecho
no importa si tienen uno o dos senos,
deben tener una cajita en forma de corazón
para que él pueda vivir dentro.
Mi amigo las quiere
traslúcidas
con el cabello más largo que sus propios sueños,
le gusta llenarles el rostro de fiebre
plantarles dos sandías con sus besos
y esperar que derramen sus jugos.
Él las quiere largas, como lianas amazónicas
largas para agarrarse de ellas y viajar
tumbo tras tumbo por sitios desconocidos;
le gusta mirar su silueta a contraluz
los hombros siempre hacia atrás, la pelvis adelante
siempre alerta, dibujando un blues en la habitación
con sus ojos siempre postrados en él
alabándolo, ayudándolo a salir de esa cárcel
en la que se ha metido poco a poco.
A él le gustan sinceras
como el granizo que antecede
a las lluvias grises
no importa cuántas palabras salgan de sus bocas
deben de salir también del corazón
y si alguna vez dicen: confía en mí
él lo hace
secretamente
no importa cuán mal se sienta después.
A él no le gustan rubias
no le gustan flacas
le gusta verlas a través de sus ojos
tan claras
como
el agua
embotellada.