sábado, agosto 21, 2004

Anoche un caballo desbocado surcó mi sed.
Plasmando la huella brotó sangre por mares
en cada poro de mi piel.
Quemando palmo a palmo la sombra amada
en el techo de mi habitación,
caminando sobre mis senos,
buscando ánimo en mi ser.
Llamo e invoco a cada demonio que
rueda en mi cama y juega sobre mi piel.
Potra salvaje sobre caballo negro vive
dentro de mi sueño.
Las respiraciones trenzan puentes que me llevan
sobre pisos resbaladizos donde se borran los miedos y deseos.
Me miras sin querer, me miras.
Árboles oscuros y danzantes que vuelan
entre vapores corporales,
risas estridentes son cuchillos que hieren la carne débil.
Placer...
Mi ser esta abrumado
entre sudores y lamentos que ahuyentan a la soledad.
Mi sangre se funde con la tierra borrando las huellas en mi vientre.
Una cascada plácida baña su suave crin... terciopelo aciago.
Eres el amanecer que amenaza con su luz,
quebrantas los bailes y cantos del espíritu y del demonio.
Quiero seguir soñando y montada
sobre caballo desbocado morir
y renacer noche a noche en aromas de tierra.

Alma Jiménez

Harta

Fastidiada de los colores rojizos
espero
salir de este agujero.
Este amor amarga
sabiendo que no existen
las coladeras solitarias
que los niños de la calle no sufren
que las señoritas del Palacio no lucen
que los libros son sólo libros y
que ya estoy cansada
de observar del distorcionado mundo
el pedazo de realidad
que me ha tocado crear.
Todos se quejan, ay,
ay
se quejan los de las noticias
me quejo
los del transporte, caro está,
me quejo
los alumnos en sus bancas, no quiero trabajar,
me quejo
el conserje destapando el baño, ay,
me quejo
ya
ya
estoy
harta.
Mátate, tírate y revuélcate
piérdete entonces
pero hazlo
y déjame pensar por un momento
que después del rojo
está el verde
el azul de pintura enlatada
y el sol que no alumbra
mis ventanas.
Hoy es un día muy frío
me gustan los días fríos
me gustan los sonidos que
disimulan mis sentidos.
Aun tengo esperanzas, no sé dónde
pero las tengo guardadas
aunque me cueste viajar con ellas
las llevo y las saco
en donde sea.
Harta.
Me he soñado caminando desnuda
por colores rojos
amanezco llorando.
Me he soñado volando
entre golpes secos
amanezco llorando.
Me he soñado viajando en el camión
entre gente desconocida,
abro los ojos
y todo es rojo.
No es negra la melancolía
es roja y nada tiene de política.
Ya ni sé
cómo he
de decir
todo
lo
que quiero
decir.
Harta.
Estoy harta.


Harta.

miércoles, agosto 11, 2004

Te regalé flores

Te di mis flores
cargadas de recuerdos
entre mis manos abiertas
y mis sentimientos
no supieron qué hacer ese día
no se quisieron quedar solos
así, que entre mis flores
mis miedos
y mis recuerdos
te llevastes
también
mis sentimientos.

viernes, agosto 06, 2004

Escucho palabras llena de un terror verbal
de descubrir y presentarle a mi sombra
historias nuevas para inventar.
Una semilla entre mis manos
recibe el calor del sol
quizás con el tiempo
un árbol logre ser yo.
Subo las escaleras sin que nadie me obligue a hablar
sólo viajo en un tiempo llena de oscuridad.
Sigo escuchando palabras,
con más miedo que ansiedad
son ramas dentro de mis ojos
que no recogen sus hojas
para poder la luz encontrar.

Una rosa

No me dejes
dormir sola
esta noche,
lo confieso:
tengo miedo
de morirme
y secarme
como una
triste rosa
que nadie nunca
su aroma gozó.
Sé que no soy una mujer bella
el espejo me lo dijo,
los hombres que he conocido
o me presentarían jamás
...esta es mi novia...
Sí, yo soy esa rosa
que rompe el paisaje
con su tristeza.
Esa rosa que no tiene
un Principito viajero que la cargue
siempre en su mente, siempre ausente.
Esa rosa que es una rosa
es una rosa
una rosa
que de tan pobre que es
ni a espinas llegó.
La rosa que por orgullo
hasta el ruiseñor
ahuyentó.
Esa que en la penumbra
nunca poesía
pudo lograr.
Carne viva
esperanza
y maldad.
Una rosa,
llorona rosa,
eso soy
nada más.
Hoy, como todas las noches
cubriré mi sueño con un deseo:
No me dejes
dormir sola
esta noche:
tengo miedo.

Alma Jiménez