miércoles, septiembre 29, 2010

Mi ciudad interior

Un espacio

vacío,
una habitación
cerrada,
el cuerpo de
tu esencia.

Es mentira que
siglos de cultura
habiten
esta calle,
que las propias casas
observen
el crujir
de los años.
Las cosas ya
no nos dicen
nada
perdieron
su utilidad.
A menudo
se exagera
sobre
los pasajes
secretos
que habitan
nuestra mente,
y se estudian
con cables
enlazados
en la cabeza.

Aquí

dentro
nada
me habita
allá
afuera
todo
me es ajeno.
No me reconozco
en nada
ni en nadie
estoy perdida.
Encuéntrame.
Nada habita
ya
este cuerpo
este corazón
esta casa
este cielo
aquí
sólo hay vacío
no me busques
no tengo nada qué darte.
Aquí
en
mi vacía
ciudad
interior
sólo
queda
tu
ausencia.

Sólo te di una manzana




Subiste a tocar una flauta,
dispersaste a todas las ideas
que deambulan en el aire
entre la gente que se hace la dormida
con los brazos cruzados como protección,
amablemente saludaste a los pasajeros
y comenzaste a tocar tu canción.
¡Qué chillidos lanzaba el instrumento!
qué sentimiento lograste imprimir,
y perdóname que te lo diga
pero es que este mundo muchas veces es tan cruel.
¿Cuándo fuimos perdiendo la esperanza?
Las muecas de disgusto se dibujan
en los rostros de los escuchas,
fastidiados de su propia vida,
"¿podrías callarte y largarte de aquí?"
Lo pensamos, no lo decimos por miedo.
Qué te hizo el mundo,
hombre amable de gesto dulce,
qué te hizo
¿por qué no te integraste a él?
¿por qué decidiste mantenerte como un arcoiris
y alejarte de nosotros, personas grises,
seres infelices de sueño eterno.
Al final, agradeciste con una sonrisa,
gesto que cada vez se ve en menos lugares
no tenía monedas
perdóname
sólo una manzana te di.

domingo, septiembre 12, 2010

Una más por acá


Soy una más del montón
camino con mirada baja
en la ciudad
soy una más
entre tantas
entre tantos sueños
tantos viajes
tantos afeites
tantas soledades
no soy nada especial
sólo he sido la segunda
o tercera opción
de ellos
nunca he tenido un novio
ni un esposo
ni un proveedor
no poseo a mi media naranja
ni nadie me posee
no tengo una pareja que me haga crecer
no sé cocinar
no me gusta tejer ni coser
no me sé peinar
no huelo a flores
no me gusta ir al salón de belleza
no me gusta desmaquillarme
ni bañarme los domingos
no puedo usar tacones
no sé manipular a ningún hombre
nunca he caminado por la calle
de la mano con aquél
que orgulloso presume a su hembra
no tengo fotos de mis viajes por el mundo
porque no he viajado mas que
por mi mundo interior
no escucho música comercial
no bailo bien
no sé cortar un pastel sin que se me despedace
no hago crecer ninguna flor
mi piel no es suave
mis uñas son cortísimas
no sé hacer café
no me pinto los labios
siempre pierdo los aretes
no me gustan las pulseras
ni los relojes
nunca me he podido pintar una uña
sin que me manche.
Yo soy una más del montón
nada me hace especial,
sin embargo, sé soñar
puedo cantar imaginándome que me escuchas
yo puedo imaginarme caminando
a tu lado
yo puedo hace vibrar tu piel
puedo ir a descubrir
los colores, olores y sabores
de las cosas en cada instante
de mi boca
salen palabras que nombran
desde el corazón, todas las cosas que me rodean
soy una más
una que mira y observa su entorno
una que se divierte enormemente en este mundo
una que disfruta su trabajo, una que puede brindar
un abrazo cálido
una que regaña e inventa las historias
más absurdas
una que puede ver todo lo bueno de las cosas
soy una mujer atrapada en las palabras
soy un espejo que te invita a mirar
soy la actriz de mi propio destino
soy esa que te estremece
soy la que entrega
soy la que llora
la que te cura
la que se arrepiente
soy el recuerdo
la nostalgia
soy el viaje a Itaca
soy Penélope tejiendo y destrozando tu ausencia
soy una manzana de René Magritte
soy el diaro de Anaïs Nin
soy el poema de un borracho norteamericano
soy la sonata de un niño genio
soy un soneto de Juana Inés
soy una villana de Disney
soy un cronopio francés
soy el canto mixteco
soy el romance de Lorca
soy la canción de la niña muda
soy el deseo de amar de mi tía muerta
soy el olor que te recuerda tu infancia
soy rosa silvestre
soy el calor que mi madre perdió en la cama
soy el último aliento, soy el primero
soy ánima
soy el abrazo
soy el espejo de agua
soy un montón de palabras
soy la Ofelia de Hamlet
soy el Hamlet de Ofelia
soy la luna y soy el sol
soy una noche cerrada
soy la luna llena que se esconde
soy las nubes de la tormenta
soy la tierra
soy la tortilla hecha a mano
soy el viento fresco
soy todo y soy nada
soy una taza de café
soy una copa de vino
soy tú
y tú eres yo
soy una más por acá
lo acepto
soy una más del montón.

jueves, septiembre 09, 2010

Condena

Estamos condenados a decir en dónde estamos,
usamos las palabras vomitando nuestros sentimientos,
queremos ocultarnos en discursos ensayados,
nos creemos actores en un espacio vacío.

Usamos las palabras para conocernos
para decirnos y nombrar lo desconocido
Cada vez nos vamos alejando más de la verdad
la estamos disfrazando, la narramos como si fuera
una antigua leyenda olvidada.

No sé decir en dónde estoy
no sé ni decir a dónde voy
no sabes decir qué quieres de mí
no sé decirte todo lo que siento
mis miedos y mis angustias
esta terrible necesidad de sentir tu piel
estamos condenados
no sabes usar las palabras
ellas, nos están usando a nosotros.

Úsame tú también, a tu antojo,
conoce el mundo a través de mí,
escríbeme frases inconclusas
inventa cuentos para mí
sé mi inspiración y mi exhalación
invítame a dormir entre tus brazos
mientras adornas mis ojos con un par de besos.

Ríndete ante mí, sé el hombre herido
y déjame lamerte
dulcemente
todas tus heridas,
te comparto las mías
te cuento mis caídas
y usemos las palabras
juntos
para escribir de nuevo
la leyenda, de misterio, miedo y amor
que habitará en el recuerdo de los nostálgicos.

Estamos condenados,
yo a buscarte eternamente
tú, a negarme y a mirar a otro lado
cada vez
que tus ojos
se reflejan en mi alma.

domingo, septiembre 05, 2010

Platónico



Tu paso por mi vida
fue una linda ilusión
gracias
por las palabras
las anécdotas
pero sobretodo
gracias por los ojos
prestados para leerme.

Recobré el gusto por escribir
por leer
por soñar
¿que si me duele que te hayas ido?
la verdad no.

Yo quería sólo un sueño
tú deseas un cuerpo
navegamos por mares distintos
sin embargo, el saber que existías
fue hermoso.

¿Qué nuevos caminos me esperan?
No lo sé, pero estoy ansiosa
de recorrerlos.
Quizá te lo hayas preguntado,
quizá no lo hayas notado,
pero yo contigo o sin ti
soy sumamente feliz.

Mi vida es un asunto de cosas vivas
mis recuerdos son el ejército
que me acompaña.
Y yo, soy una mujer guerrera.
No era nuestro destino
juntar nuestras palabras
pero sea como sea
yo soy feliz
porque gracias a ti
escribo de nuevo
y sueño, como nunca antes lo hice.

Gracias, mi querido platónico.

sábado, septiembre 04, 2010

Sueño






Recorrer las calles, perderse en laberintos de nuestra imaginación
pensar con el corazón, oír con la desesperación y la angustia.
Vivir en otro mundo, lejano de este que nos han dicho: es el real.
Reconocerse en la mirada del otro. Perderse en un pozo profundo.
Regresar el tiempo en un instante y mirar lo que se ha ido.
Reconocer la frustración. Mirar a las parejas pelear en los parques.
Respirar el aire fresco sentada en el pasto. Llegar a casa y querer
gritar todo. Desamarrar el nudo en la garganta. Esperar algo
con los ojos rojos y cansados. Llorar frente a una pantalla. Ilusionarse
con la ficción creada. Sabotear todos los intentos de una relación.
Jugar con los sentimientos de los otros. Querer huir de una misma
y regalar las expectativas. Decidir que los deseos duermen en el panteón.
Querer subir a la montaña más alta para ver la habitación desarreglada,
a lo lejos, desde la ventana. Sentir la mirada de los demás, escuchar las risas,
las burlas y los juicios. Querer llorarlo todo. Amar todo. Golpear todo.
Reír todo. Sufrir todo. Poseer todo. Comprarlo todo. Saborear todo.
Y al final de todo, cerrar los ojos y soñar.

Este es mi presente, lo demás... un sueño.

jueves, septiembre 02, 2010

Agüita de cántaro



Fresca agüita de mis recuerdos
sabroso suspirar en mi garganta
eres el océano de una mañana.
Tú eres mi rayito de sol,
pajarito, con tu canto de madrugada,
tu boquita de algodón
y ese acento que tienes
de España.

Tu me viste con otros ojos
me elogiaste la mirada
te pierdes en la negrura de mi pelo
y en el calor de mi espalda.
Agüita de cantarito
dulzor de mi esperanza
sígueme mirando con ojos nuevos
y enséñame a bailar esa nueva danza.
Cantarito mío, te guardo en mi corazón,
bésame flor de rocío
y acaríciame con frescura esta pasión.