sábado, julio 31, 2010

Vestida de colores claros

Vestida de colores claros y el cabello largo
ella dijo: sí, marcando un nuevo rumbo.
¿Qué será lo que nos depara el destino?
¿Qué alegrías nuevas le esperan tras su puerta?
Ella se vistió, de color claro e invocó a la luna
que la acompañó de mañana acariciando su voz.


sábado, julio 17, 2010

Recuerdos






Tu sonido es una constelación
- claxón, murmullos -
caminas con tus pensamientos
que se pierden en las avenidas.

Cruzas una calle, eres un extraño en la ciudad
y en la distancia: todo,
eres todos,
con sus miradas perdidas.

Semáforo rojo,
tu corazón se detiene,
respiras,
miras la calle:
todos estamos solos.

He de confesarte mi propia ausencia
esta pertenencia absurda a los demás
desde mi vacío interno
soy mundo
somos uno.

Verde,
nos miramos reflejados en el otro
y el corazón nos late como una cadena viviente.

Tu sonido es el tic-tac
el tiempo perdido
el querer amar
es sólo vacío.

Estoy acostada
mirando mi techo cuarteado
escucho a los pájaros
los gemidos detrás de mi pared
escucho todo el silencio del mundo
con sólo cerrar mis ojos.
¿Me escuchas tú también?

Amarillo
tiras el cigarro como un accidente
se desvanece entre las pisadas
¿escuchas?
alguien, a lo lejos te invoca,
placer, deseo, anhelo,
sientes un brillo de esperanza en tu rostro
tus ojos se iluminan
al ver el alto-rojo, sangre,
rojo presente:

Eres un peatón más
abstraído en tus recuerdos
viajando al más allá.


Mi herencia


En un pueblo olvidado,

siglo tras siglo

se teje una historia.

Mi casa de adobe

es testigo

es guarida y olvido.


Las tejas guardan

en silencio

las risas y amarguras
que ahí vivieron

y me miran

desde lejos,
con sus ojitos tiernos,

escribir esta historia,

mi propia historia,

herencia del naranjo y el limón.


Mujer de leña,
tu fortaleza fue una máscara,

una circunstancia

cosecha de la parcela arada.

Sembraste árboles,

diste la semilla

viviste en el pueblo y fuiste

¿feliz?


Pariste en el camino a la cocina

entre los olotes de maíz

hija-madre

fuiste raíz,

tú las hojas caídas,

el recuerdo guardado bajo el baúl,

el rencor del grito

y del golpe a tus hijos.


Cuéntame

cómo eras mujer,

cuéntame

si deseabas a ese dios desnudo

cuéntame

si a veces tenías una pequeña tristeza

parecida a la que ahora tengo yo.


Hija madre

nacida de la tierra

agua estancada

valiente en la guerra

¿Virgen santa?

Mi remedio,

mi tradición,

sentada,

te recuerdo bajo el limón.


Mi pasado, mi olvido:

eres mi respeto,

la fotografía en el maizal,

el rostro siempre seco.


Cuéntame

cómo me imaginaste

¿fui hembra o varón?

Dime si lloraste

anhelando desaparecer.


Háblame desde esa voz,

sal de la tumba,

ayúdame en mi desesperación.


Dime

por qué te respetaban

confiésame que no eras esa mujer ejemplar

no eres el mito

eres mi herencia

¿te sentiste alguna vez cómo me siento yo?

¿pequeña, flor a la sombra del ciruelo?


Sal de la tierra

mírame frente a frente

enséñame a ser tú

enséñame a ser yo.