Veo mis monstruos
Deshaciéndose de mis palabras
Tirándolas en la tierra para que mis pasos
Destrocen las frases que voy formando pie a pie.
No hay nada tras de mí
De lo que pueda arrepentirme,
Ni dudas ni silencios
Pero quizá queda un sueño que duerme secreto
Y vive en cada amanecer.
Déjame ser reserva
Respirando y creando vidas
Tejiendo ausencias
Devolviendo mi propia virtud.
Enigma de tu voz, tu sexo, tu nombre,
Entre mis senos se rompe
La esperanza que aguarda
Un distinto anochecer.
Veo mi rostro y miro sólo ausencia
Todas mis sonrisas me parecen distantes
Y mi bestia vive y respira dentro de mí,
Se sale por mis ojos
Se atora en la garganta y entierra
La ternura que le comparto desde mi soledad
A la luna, la ternura
Que hoy te ofrendo sólo a ti.