He golpeado tu cuerpo pequeño
llorado la rabia que me enciende
el mirarte respirar.
Siento en mi vientre las ansias
de explotar, las ganas
de contenerme y me detengo.
Miro en tu pequeño cuerpo
raspones, heridas, moretones
y la carne viva.
Mis manos sangrantes se quejan,
tú las pones en mi rostro
y mis lágrimas las limpian.
Me tocas, con tus manitas
me tocas el corazón
y lo calmas.
Yo lloro, porque arriba de mi sexo
aún siento vacío
aún siento una rata que me consume
y no paro de llorar
limpio tu sangre de mis manos
y tú
no cedes, no dejas de respirar.
El vacío me llena el cuerpo
todo mi cuerpo y más allá
cuando la rabia de mis ojos
se descubre en tus ojos tiernos.