Regalo de Navidad
Me gusta cuando me lees
porque estoy como presente...
Sí me escuchas, aunque bajito hablo;
te agradezco por tu presencia y por siempre
latir dentro de este llanto contenido y
dejarte tocar por mis palabras.
Gracias flaco mix
¿Has sentido alguna vez un nudo en la garganta que te impide hablar? ¿Te has puesto una máscara para no mostrar tus sentimientos frente a alguien más para verte más fuerte? ¿Te has prohibido llorar?
martes, diciembre 28, 2004
Pies cruzados
Mantengo algo dentro de mí, arraigado,
siempre tengo los pies cruzados.
Cuando leo boca abajo en mi cama,
cuando me siento a escribir o a comer
ellos están cruzados.
Se dice que son energías reprimidas,
no lo sé, quizá cuando los noto
pienso en eso y repaso mis bloqueos
y represiones también.
Ahora, al escribir esto
mis pies están cruzados.
Crucificados sean
Si siguen apartando de mí
la libertad. Te recuerdo Frida:
Pies pa’ qué los quiero si tengo alas para volar
siempre tengo los pies cruzados.
Cuando leo boca abajo en mi cama,
cuando me siento a escribir o a comer
ellos están cruzados.
Se dice que son energías reprimidas,
no lo sé, quizá cuando los noto
pienso en eso y repaso mis bloqueos
y represiones también.
Ahora, al escribir esto
mis pies están cruzados.
Crucificados sean
Si siguen apartando de mí
la libertad. Te recuerdo Frida:
Pies pa’ qué los quiero si tengo alas para volar
lunes, diciembre 20, 2004
¿Encontraría a la Maga?
Hace no sé cuanto que comenzó la búsqueda,
sobre los puentes que trazan sombras móviles
en los ríos,
sobre los pasos que uno cree escuchar
tras de sí o junto a los retratros
de mujeres desconocidas, abandonadas,
en algún salón de museo.
Años, meses o días, no sé,
pero el tiempo corre
como ese bichito que camina
haciendo un tic tac perpetuo.
Corre como las erres del ferrocarril
por el lado de aquí
y el de allá.
Encontrarla es encontrarse a sí mismo
quizá por eso viaja con los ojos cerrados,
estirando las manos para tocar vacíos y silencio.
Ella escribe cartas frente a un espejo,
las escribe sin palabras
mientras escucha las patitas del tic, tac
- pequeño escarabajo -.
Él se desespera, jamás podrá estar
tan cerca de su libertad
como ahora, sigue buscando;
tiene miedo
de no encontrarla jamás.
sobre los puentes que trazan sombras móviles
en los ríos,
sobre los pasos que uno cree escuchar
tras de sí o junto a los retratros
de mujeres desconocidas, abandonadas,
en algún salón de museo.
Años, meses o días, no sé,
pero el tiempo corre
como ese bichito que camina
haciendo un tic tac perpetuo.
Corre como las erres del ferrocarril
por el lado de aquí
y el de allá.
Encontrarla es encontrarse a sí mismo
quizá por eso viaja con los ojos cerrados,
estirando las manos para tocar vacíos y silencio.
Ella escribe cartas frente a un espejo,
las escribe sin palabras
mientras escucha las patitas del tic, tac
- pequeño escarabajo -.
Él se desespera, jamás podrá estar
tan cerca de su libertad
como ahora, sigue buscando;
tiene miedo
de no encontrarla jamás.
Este no es un poema
Dentro de mí hay algo
que va creciendo
poco a poco.
También dentro de mí
hay miedo de este nuevo ciclo,
pero también hay amor
y esperanza.
Solamente le pido a Dios
que te bendiga, que me dé
la fuerza necesaria
para seguir con esto.
Soy una mujer, doy gracias
por tenerte y espero
de todo corazón
poder sacarte adelante
por lo que me sobra de vida
y para crearte a ti
una nueva vida.
Te espero ansiosamente
con miedo o sin él
pero ven.
que va creciendo
poco a poco.
También dentro de mí
hay miedo de este nuevo ciclo,
pero también hay amor
y esperanza.
Solamente le pido a Dios
que te bendiga, que me dé
la fuerza necesaria
para seguir con esto.
Soy una mujer, doy gracias
por tenerte y espero
de todo corazón
poder sacarte adelante
por lo que me sobra de vida
y para crearte a ti
una nueva vida.
Te espero ansiosamente
con miedo o sin él
pero ven.
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