Lejos se ha ido la vena
y el arte secreto con que solía escribir;
espejo de mis letras grandes
pedazos de mí
bajo tristeza y abandono
¿Qué se escondió en mi pluma?
¿Qué queda?
¿Nada?
ni vacío, ni soledad.
Viene anclando en mi vida
la balsa que me faltaba
y entre la esperanza que me llena
sueños secretos e inciertos viven en mí.
No sé
debiera entristecerme de nuevo
moviéndome las tripas
moviéndole lágrimas misericordiosas a los demás
a través de mi melancolía
Hoy
todo es luminoso
todo musical
no tengo
-por ahora-
tristeza ni soledad
no tengo lágrimas
qué brindarte
ni más palabras qué revelar.
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