sábado, noviembre 27, 2004

Él sufre en algún lado

Al bajar las escaleras,
al leer la última página de una novela,
al escuchar la música que sale de las calles por donde camina
y al poner un pie frente al otro;
él sufre.

El otro día lo vi caminando frente a Bellas Artes,
yo esperaba a un amigo y él pasó de repente,
dejando tristeza en su camino.
Sufría tanto que hasta la fuente lloró
acompañándolo.
El cilindrero no paró de tocar y con el gorro en mano
le pidió una moneda. No le importó, él siguió sufriendo.

No quiero preguntar,
nunca me ha dicho de dónde nace esa melancolía,
quizá brota del mismo lugar que me viene a mí
y ya no es la soledad, es que los demás no entienden
que son cosas más profundas.
Tan profundas que uno no se las puede quitar
como lo hacemos con nuestros valores y principios,
tan profundas que no nos queda mas que traerlas en la piel.

Él sufre
y yo sufro con él.
Pero además, nos reímos de este sentimiento
nos besamos
nos queremos
y sufrimos juntos
con nuestros pies
con nuestras manos y
uniendo nuestros sufrimientos
caminamos.

Él sufre en algún lado
y desde aquí, lo siento
porque yo
sufro también.



2 comentarios:

un soñador cualquiera dijo...

sufro, sufro, sufro... yo sufro, tú sufres y cómo me revienta que él también sufra...
La espera ha sido larga, creo que utiliza el método para que la extrañemos en demasía...
Como siempre la espera ha valido la pena.. un abrazo.

el flako mix

Anónimo dijo...

kisiera tener la dicha de k mi sufrimiento fuese compartido imboluntariamente, suertudo akel que sin buscarlo ha sido parte de una historia donde es protagonista y mas aun si esta la esta escribiendo una escritora como tu.