Hace no sé cuanto que comenzó la búsqueda,
sobre los puentes que trazan sombras móviles
en los ríos,
sobre los pasos que uno cree escuchar
tras de sí o junto a los retratros
de mujeres desconocidas, abandonadas,
en algún salón de museo.
Años, meses o días, no sé,
pero el tiempo corre
como ese bichito que camina
haciendo un tic tac perpetuo.
Corre como las erres del ferrocarril
por el lado de aquí
y el de allá.
Encontrarla es encontrarse a sí mismo
quizá por eso viaja con los ojos cerrados,
estirando las manos para tocar vacíos y silencio.
Ella escribe cartas frente a un espejo,
las escribe sin palabras
mientras escucha las patitas del tic, tac
- pequeño escarabajo -.
Él se desespera, jamás podrá estar
tan cerca de su libertad
como ahora, sigue buscando;
tiene miedo
de no encontrarla jamás.
4 comentarios:
seguimos buscando, sin saber a ciencia cierta qué o cómo empezó la frenética búsqueda... yo por lo pronto me conformo con ilusionistas.
abrazos de fin de temporada
el flako mix
Nunca la encontrará, ni siquiera a previsto tenerla. Pero necesita ser servido de esta ilusión que es La Maga libre.
Odio los comentarios anónimos.
Encontraría a la Maga?
Tal vez ya la encontró o no la buscó nunca, pero se aferra a esa idea de la vida de buscar, quizás sin saber quién es y estar seguro de reconocerlo.
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