Estás perdido
En la longitud del tiempo que me derriba,
Mi voz entrega la acción sombría
De una promesa tirada al mar.
Terco
No es cosecha de tesoros
La amargura de tu huída
Si mi cuerpo no te detiene
Mi canto no te ayudará.
Oigo el latido de la destrucción
Es hora, clava en mi pecho la agonía
Y levanta velas
decidido eres
para retar al mar.
Poetisa soy de tu muerte
No tengo más que decir
escurro mis palabras,
mis visiones crecientes.
Esta tarde murmuraré tu último
y mudo respiro.
2 comentarios:
Un minuto,
una hora de silencio,
un telefono que no suena
y risas sin vacio.
Dos minutos,
dos horas
de carne que se coce,
de viento
y llanto.
El el final
el que se siente cerca,
pisos sobre muros
y despierto
a tiempo.
Pero son dos ojos,
dos piernas,
dos brazos
que se retuercen en agonía,
y después nada,
sólo rostros violetas
y tres minutos que pasan.
Es un rostro
y se que no llegaré
a la cita.
Lindo tu post.
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