Mi hombre
llegó por azar a mi mundo,
convertido en aire fresco,
abrió mi ventana.
Las hojas de mi diario,
mariposas de palabras,
jugaron entre mis tristezas y nostalgias.
Mi hombre
lame dulcemente mis heridas
y me reta
con su mirada tolerante y serena.
Sus manos calzan en las mías
y me toca: compás y acorde,
me siento sinfonía.
Él
viene del Sur
y me sorprende con su acento,
las vivencias que no me cuenta.
Mi hombre es pasión
es lisura
y voz;
me suena a agua fresca.
Tiene nombre de poeta
pero su alma es de narrador.
Mi hombre
es una ausencia presente,
es la luz que utilizo para ver
los colores de mi mundo.
Es distracción, es sentimiento,
mi hombre es deseo y satisfacción.
Y entre la lejanía y mis miedos
que me separan de su afecto
yo cierro mis ojos
respiro
y me percibo acostada con él.
8 comentarios:
dientecito... es un poema sublime.
Gracias por compartirlo.
me gusta mucho lo que escribis, tenes unas metáforas muy interesantes, te felicito
magu de argentina :)
Que curioso, justo encontré tu blog cuando me aguantaba las ganas llorar.
Me encanta tu forma en la que le das forma a las emociones a veces tan complejas por lo hermoso de su naturaleza... por eso muchas gracias ... por lo haces de tal forma que al leerte es imposible no sentirlo! Saludos, Eugenia Garín, México
orale alma no pense que escribieras tan bonito segire leyendo tu blog
Hola llegue a tu blog buscando imagenes de danza butoh y quede fascinada.
te mando mis saludos
Mai
Haces honor a ser malabarista de sentimientos... Me encanto.
Puf.
Me he quedado sin palabras.
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