martes, junio 12, 2012





















Tus uñas en mi espalda
abren la puerta
de mi deseo.
Tus labios en mi cuello
develan temores
que se alejan corriendo.
Tus manos en mi cuerpo
me llenan de seguridad.
Mis labios en tus ojos
te hablan con ternura.
Mi lengua en tus labios
intenta lamer
dulcemente tus heridas
para curarte
y curarme también
un poco.

No hables,
no agradezcas,
no me llames amor,
sígueme tocando el cuerpo,
sigue tocándome el corazón.

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