dispersaste a todas las ideas
que deambulan en el aire
entre la gente que se hace la dormida
con los brazos cruzados como protección,
amablemente saludaste a los pasajeros
y comenzaste a tocar tu canción.
¡Qué chillidos lanzaba el instrumento!
qué sentimiento lograste imprimir,
y perdóname que te lo diga
pero es que este mundo muchas veces es tan cruel.
¿Cuándo fuimos perdiendo la esperanza?
Las muecas de disgusto se dibujan
en los rostros de los escuchas,
fastidiados de su propia vida,
"¿podrías callarte y largarte de aquí?"
Lo pensamos, no lo decimos por miedo.
Qué te hizo el mundo,
hombre amable de gesto dulce,
qué te hizo
¿por qué no te integraste a él?
¿por qué decidiste mantenerte como un arcoiris
y alejarte de nosotros, personas grises,
seres infelices de sueño eterno.
Al final, agradeciste con una sonrisa,
gesto que cada vez se ve en menos lugares
no tenía monedas
perdóname
sólo una manzana te di.
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