Sujeta mi cabello, mi atrevida presencia
¿Has sentido alguna vez un nudo en la garganta que te impide hablar? ¿Te has puesto una máscara para no mostrar tus sentimientos frente a alguien más para verte más fuerte? ¿Te has prohibido llorar?
lunes, diciembre 06, 2010
Además te quiero, y hace tiempo y frío
Sujeta mi cabello, mi atrevida presencia
lunes, noviembre 01, 2010
Te extraño
viernes, octubre 22, 2010
lunes, octubre 18, 2010
No fui a trabajar *
domingo, octubre 17, 2010
Qué bonito hubiera sido
Hubiera sido bonito que tú y yo
martes, octubre 05, 2010
Cuando me miras
sábado, octubre 02, 2010
Dame una respuesta
miércoles, septiembre 29, 2010
Mi ciudad interior
una habitación
el cuerpo de
Es mentira que
que las propias casas
Las cosas ya
A menudo
que habitan
y se estudian
Aquí
Encuéntrame.
Nada habita
Aquí
Sólo te di una manzana
domingo, septiembre 12, 2010
Una más por acá
jueves, septiembre 09, 2010
Condena
domingo, septiembre 05, 2010
Platónico
sábado, septiembre 04, 2010
Sueño
jueves, septiembre 02, 2010
Agüita de cántaro
domingo, agosto 29, 2010
No soy poeta
Pero cuando puedas vuelve porque acecha tu fantasma
martes, agosto 17, 2010
Asco
martes, agosto 03, 2010
Me hiciste creer
Confesión
Cuando me penetras
¿Eres feliz?
De niña me columpiaba
sábado, julio 31, 2010
Vestida de colores claros
sábado, julio 17, 2010
Recuerdos
Mi herencia
En un pueblo olvidado,
siglo tras siglo
se teje una historia.
Mi casa de adobe
es testigo
es guarida y olvido.
Las tejas guardan
en silencio
las risas y amarguras
que ahí vivieron
y me miran
desde lejos,
con sus ojitos tiernos,
escribir esta historia,
mi propia historia,
herencia del naranjo y el limón.
Mujer de leña,
tu fortaleza fue una máscara,
una circunstancia
cosecha de la parcela arada.
Sembraste árboles,
diste la semilla
viviste en el pueblo y fuiste
¿feliz?
Pariste en el camino a la cocina
entre los olotes de maíz
hija-madre
fuiste raíz,
tú las hojas caídas,
el recuerdo guardado bajo el baúl,
el rencor del grito
y del golpe a tus hijos.
Cuéntame
cómo eras mujer,
cuéntame
si deseabas a ese dios desnudo
cuéntame
si a veces tenías una pequeña tristeza
parecida a la que ahora tengo yo.
Hija madre
nacida de la tierra
agua estancada
valiente en la guerra
¿Virgen santa?
Mi remedio,
mi tradición,
sentada,
te recuerdo bajo el limón.
Mi pasado, mi olvido:
eres mi respeto,
la fotografía en el maizal,
el rostro siempre seco.
Cuéntame
cómo me imaginaste
¿fui hembra o varón?
Dime si lloraste
anhelando desaparecer.
Háblame desde esa voz,
sal de la tumba,
ayúdame en mi desesperación.
Dime
por qué te respetaban
confiésame que no eras esa mujer ejemplar
no eres el mito
eres mi herencia
¿te sentiste alguna vez cómo me siento yo?
¿pequeña, flor a la sombra del ciruelo?
Sal de la tierra
mírame frente a frente
enséñame a ser tú
enséñame a ser yo.